La Villa de San Cristóbal de la
Habana, fundada originalmente en la costa sur de la región
occidental en 1514, fue trasladada hacia la ribera occidental de la bahía
habanera definitivamente en 1519.
Desde los inicios de la conquista y colonización, en
torno a la villa existen comunidades que, desde tan temprana fecha apuntaban
hacia la vasta diversidad cultural que hoy distingue nuestra ciudad.
La habana colonial fue extendiéndose a extramuros, en
un desarrollo territorial urbanístico que logro su máximo esplendor en el siglo
XIX, cimientos que fomentan la cultura habanera.
Importantes instituciones docentes y culturales
surgieron en los siglos XVIII y XIX:
El seminario de San Carlos y San Ambrosio
La fundación de la Real y Pontifica Universidad de San Jerónimo de la Habana
La inauguración del primer edificio teatral de la época
colonial, el Coliseo de la
Habana
La creación del Papel Periódico de la Habana
La creación de la Sociedad Económica
Amigos del país, la
Filarmónica y la
Academia de Historia
En 1818, la primera Academia de Artes Plásticas es otro
aporte de la cultura habanera
El nacimiento y auge de diversos géneros musicales y
danzarías, entre los que citamos: habaneras, rumbas, claves de coros, entre
otros.
Surgimiento del Teatro Vernáculo
La introducción del Cinematógrafo en 1897
Ya en 1833 hay referencia del Carnaval habanero
Un impetuoso impulso de la pintura, el teatro, la
música y la literatura, fruto del mestizaje cultural y de la cristalización de
la nacionalidad se perfila hacia el siglo XIX, como reflejo artístico de los
procesos de radicalización política de pensamiento cubano en cada proceso
histórico.
Desde entonces, la habana adquiere el carácter de
ciudad cosmopolita, debido al constante intercambio económico y cultural y a la
presencia de relevantes figuras de la intelectualidad cubana en su seno, hecho
que la convierte en el centro cultural más importante del país.
Bajo el signo de la absoluta dependencia económica
política de los estados unidos y el servilismo de cada gobierno de turno, la
lucha en el terreno ideológico cultural de la nación se centro en dos
antípodas: la cultura nacional y la cultura neocolonizante, periodismo,
ensayística, narrativa, poesía, artes escénicas, música, artes plásticas y
danza dieron a nuestra ciudad ejemplos de pujanza como reafirmación y escudo de
nuestra identidad, Miguel del Carrión, Carlos Loveira, José A. Ramos, Jorge
Anckerman, Ernesto Lecuona, Eduardo Sánchez de Fuentes, Rubén Martínez Villena,
Juan Marinello, Pablo de la
Torriente Brau, Carlos Montenegro, Alonso Hernández Catá,
Eduardo Abela, Carlos Rafael Rodríguez, Mariano Rodríguez, Cintio Vitier, Fina
García Marruz, Eliseo Diego, Roberto Fernández Retamar, Nicolás Guillen, Alejo
Carpentier, Víctor Manuel, Carlos Enríquez, Marcelo Pogolotti, Gonzalo Roig,
Alicia y Fernando Alonso, José Lezama Lima, Mirtha Aguirre y Graciela
Pogolotti.
Cabe señalar el interrumpido proceso revolucionario que
maduro con el movimiento 26 de julio. Las fuerzas populares alcanzan el poder
el 1 de enero de 1959, lo que significo el glorioso inicio de las más
profundas, radicales y definitivas transformaciones de la vida del país en
todos los órdenes. Aquel hito transcendental era también el acontecimiento más
descollante de nuestra historia y el promotor del despliegue indetenible del
desarrollo de la cultura cubana.
La fundación de la Escuela Nacional
de Arte, primero en el capitalino Cubanacán y luego en todas las provincias del
país; el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, el Ballet
Nacional de Cuba, el Conjunto Folklórico Nacional, la Casa de las Américas, la Orquesta Sinfónica
Nacional y de las provincias del interior, la creación del Consejo Nacional de
Cultura (hoy Ministerio de Cultura). En 1963 la fundación del Pabellón Cuba en
el corazón del Vedado y de las urbanizaciones de la ciudad Camilo Cienfuegos y
Alamar al este de la Habana;
la creación de la heladería Coppelia en 1966, en el 1970 la apertura del Parque
Lenin, también la creación de Expocuba, el Jardín Botánico Nacional y el
Zoológico Nacional.
En la década del 80 la expansión de la red de
instituciones recibe un nuevo impulso con la institución de centros culturales
en la comunidad y la instauración de centros de carácter científico tales como:
el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM), el
Centro de Investigaciones de la
Cultura “Juan Marinello”, el Centro de Estudios Martianos y
otras entidades. Las edificaciones del Polo Científico, el Palacio de las
Convenciones, las sedes de identidades inversionistas y los nuevos hoteles que
desde la década del 80 enriquecen este perfil.
Ciudad de La
Habana, Capital de la República, reúne en su territorio el mayor
volumen de recursos laborales y culturales de la nación, posee una extensión
territorial de 727,4 Km.
Cuadrado y una población de dos millones y medio de habitantes, lo que
representa el 28% de la población urbana de la nación. La supremacía del sexo
femenino, el alto por ciento de jóvenes y la longevidad de vida de la población
constituye un rasgo significativo.
Los 15 municipios que enriquecen el estrado capitalino,
dan a la ciudad el perfil de gran urbe, aunque cada uno de ellos conjugan la
relativa semejanza entre sí como os rasgos distintivos que hacen de la misma el
mosaico cultural que siempre la ha caracterizado.
Fotos.
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