Paul Sarmiento Blanco
Cubahora
comparte este artículo publicado en el blog Visión desde Cuba. ,
otra aproximación al debate iniciado por el historiador Elier Ramírez en su
artículo La tercera vía o centrismo político
en Cuba.
El 29 de
mayo, Cubahora publicó un artículo del Investigador e historiador cubano
Elier Ramírez, sobre la llamada tercera vía en Cuba . Se basa el profesor
en elementos históricos y teóricos de las diferentes fuerzas políticas
que a lo largo del proceso histórico cubano han pujado por la solución al
problema nacional.
Coincido en
su mayoría con los juicios emitidos por Ramírez. Pero no debemos tenerle miedo
al debate. Además, no podemos ni debemos temerle a la llamada “oposición
cubana”, la cual no existe y, eso lo sabe perfectamente la Embajada
estadounidense en La Habana y las demás embajadas occidentales que promueven de
forma sutil la aparición en el escenario político cubano de una tercera fuerza.
No existe
tercera fuerza política e ideológica en Cuba: o se está con el proceso de actualización del modelo
cubano o no se está. Digo esto, porque lo fundamental en esta
coyuntura actual es meterse de lleno en el apoyo real al proceso de
acomodamiento de nuestro modelo, que dicho sea de paso, es un híbrido. Hibrido
en el sentido de que existen diferentes formas de propiedad, incluso la
privada, aunque tratemos de disminuir y opacar su impacto, pero con eso no
ganamos la batalla. Híbrido porque ideológicamente tenemos un marxismo abierto,
sano, poco dogmático o menos dogmático que en los años 80. Híbrido porque son
mezcladas las formas de pensar y debatir.
En el fondo,
no hay posiciones centristas en la política cubana. Aunque las personas se
llamen así, al final responden o no a una de las dos grandes decisiones y
posiciones de la actualidad: defender o no la continuidad de la Revolución.
La Tercera
Vía desde la perspectiva doctrinal ha tenido más representantes en Europa que
en los Estados Unidos. Por ejemplo, cuando la Unión Europea mantenía su postura
hostil hacia Cuba durante muchos años –postura que comenzó a
enmendar desde hace tres –exigía a la isla implementar la llamada tercera vía o
vía de Anthony Blair. Se decía que los cubanos debían abrirse al
pluripartidismo y a la economía social de mercado a través de diferentes planes
de desmontajes del socialismo.
Pero Cuba no
ha mordido el anzuelo. Sencillamente, en política, estás de un lado o estás del
otro. En los puntos más neurálgicos del socialismo cubano o estás con la
actualización del proceso que es lo que más nos interesa a la gran mayoría o
estás con los grupúsculos que defienden la vía capitalista al estilo
occidental.
Creo que ahí
está la cuestión. No tengamos miedo al debate político. Hay cosas que no
se pueden evitar. Una Revolución siempre tendrá su contrarrevolución desde la
francesa hasta la bolivariana. Y en el medio quedan los indecisos, los morosos
y los supuestos apolíticos, pero esos, de acuerdo a las necesidades del
contexto siempre giraran en posición adversa al problema nacional a resolver.
La
actualidad política cubana está matizada porque en 2018 tendremos la
continuidad del proceso de cambio generacional dentro de los mandos más
importantes del gobierno. A partir de aquí se abrirá una etapa que tratarán de
aprovechar los ideólogos de la Tercera Vía, tratarán de revertir las bases de
la Revolución. Entonces para nosotros no hay tercera vía, para ellos tampoco;
la lucha ideológica continua.
El futuro
liderazgo del país debe saberlo, y debe revolucionarse y reformularse en nuevos
escenarios. Esa seguirá siendo la batalla principal en la consolidación de la
independencia cubana: mantener la opción socialista saludable, abierta,
sostenible, no ya en el discurso, sino en la práctica terrenal.
Cuba
construye un proyecto hermoso y diferente
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