Una vez más la economía cubana a prueba de fuego
Por: Maximiliano Placido
La Habana, los factores desfavorables, nacionales e
internacionales, ha ejercido una influencia adversa sobre la economía cubana en
los último años, y su repercusión, cual efecto dominó, se reflejada negativamente
en estos momentos.
No
obstante, la tenaz resistencia del pueblo, a prueba de fuego y forjada a través
de una larga historia de hazañas y heroísmos, y bajo la orientación y
conducción del Partido, el Gobierno, Fidel y Raúl, terminará imponerse a
las adversidades, no importa cual sea.
La
economía nacional creció 1,4 por ciento en 2009, un resultado que según
pronóstico continuará esa tendencia durante este año y el próximo, , reforzados
con la inmensa sequía que afecta al país, sin duda alguna, hizo retroceder el
crecimiento logrado en los años anteriores.
Para
nadie es un secreto que el genocida bloqueo por más de 50 años que ha mantenido Washington sobre Cuba y
cuyo costo es inhumano, la profunda
Crisis Económica Mundial desatada en Estados Unidos y marcada por el
deterioro de los precios en el mercado internacional, entre otros factores, se
sumarán a los inconvenientes que deberá enfrentar nuestro país antes y después
del cierre del actual año.
Otras contradicciones, como
el alza constante de precios de los alimentos en el mercado mundial, las
tierras ociosas e invadidas de marabú, cuya entrega a los interesados en
trabajarla se materializa con resultados favorables, justifica la necesidad de
los cambios que se aplican, desde el punto de vista estructurales y de
conceptos en el país, a tono con las palabras de Fidel de “cambiar todo lo que
debe ser cambiado”.
Las afectaciones climáticas, las nuevas importaciones de bienes de consumo que han influido en la reducción de la circulación mercantil minorista, la adquisición extra de productos de primera necesidad, la compra a terceros países de componentes para atenuar y minimizar los daños en la red eléctrica, la industria de materiales y las viviendas, redundarán igualmente en el presupuesto nacional, que tendrá que priorizar los sectores más perjudicados.
No
obstante, la resistencia frente a estas dificultades que serían aplastantes
para un pueblo que no tuviera la historia, el coraje y el liderazgo del
nuestro, Cuba será capaz de revertir esa situación y mostrar al mundo la hazaña
que puede enfrentar para beneficio de la nación.
Ante
un panorama mundial desfavorable resulta decisivo producir alimentos,
incrementar la productividad del trabajo, realizar una planificación y una
gestión económica más eficiente, prestando particular atención al proceso de
reordenamiento laboral, elevar y fortalecer la producción agrícola, y agilizar
la reparación y recuperación de viviendas afectadas, entre otros.
De igual forma, es necesario asegurar hoy más que nunca las
exportaciones de productos altamente cotizados en el mercado internacional como
los biotecnológicos y farmacéuticos, el níquel, el tabaco e impulsar la
sustitución de importaciones, así como potenciar el ahorro como fuente
inmediata de recursos, especialmente de portadores energéticos, los cuales
permitirán reducir el gasto dentro del presupuesto.
Es muy importante además un control estricto del combustible y de
los recursos de primera necesidad, vigilar estrechamente los precios
establecidos en la agricultura a fin de evitar la inflación en este sector, así
como impedir la especulación de los productos agropecuarios por parte de
acaparadores y oportunistas.
En
situaciones difíciles como este, y gracias a la unidad que caracteriza al
pueblo cubano frente a todas las dificultades este se
sabrá imponer una vez más, y saldrá adelante como otras tantas veces.
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