viernes, 3 de junio de 2011

Una vez más la economía cubana a prueba de fuego


Una vez más la economía cubana a prueba de fuego

Por: Maximiliano Placido

La Habana, los factores desfavorables, nacionales e internacionales, ha ejercido una influencia adversa sobre la economía cubana en los último años, y su repercusión, cual efecto dominó, se reflejada  negativamente en estos momentos.

No obstante, la tenaz resistencia del pueblo, a prueba de fuego y forjada a través de una larga historia de hazañas y heroísmos, y bajo la orientación y conducción del Partido, el Gobierno, Fidel y Raúl, terminará  imponerse a las adversidades, no importa cual sea.

La economía nacional creció 1,4 por ciento en 2009, un resultado que según pronóstico continuará esa tendencia durante este año y el próximo, , reforzados con la inmensa sequía que afecta al país, sin duda alguna, hizo retroceder el crecimiento logrado en los años anteriores.

Para nadie es un secreto que el genocida bloqueo por más de 50  años que ha mantenido Washington sobre Cuba y cuyo costo es inhumano,  la profunda Crisis Económica  Mundial desatada en Estados Unidos y marcada por el deterioro de los precios en el mercado internacional, entre otros factores, se sumarán a los inconvenientes que deberá enfrentar nuestro país antes y después del cierre del actual año.

Otras contradicciones, como el alza constante de precios de los alimentos en el mercado mundial, las tierras ociosas e invadidas de marabú, cuya entrega a los interesados en trabajarla se materializa con resultados favorables, justifica la necesidad de los cambios  que se aplican, desde el punto de vista estructurales y de conceptos en el país, a tono con las palabras de Fidel de “cambiar todo lo que debe ser cambiado”.

Las afectaciones climáticas, las nuevas importaciones de bienes de consumo que han influido en la reducción de la circulación mercantil minorista, la adquisición extra de productos de primera necesidad, la compra a terceros países de componentes para atenuar y minimizar los daños en la red eléctrica, la industria de materiales y las viviendas, redundarán igualmente en el presupuesto nacional, que tendrá que priorizar los sectores más perjudicados.

No obstante, la resistencia frente a estas dificultades que serían aplastantes para un pueblo que no tuviera la historia, el coraje  y el liderazgo del nuestro, Cuba será capaz de revertir esa situación y mostrar al mundo la hazaña que puede enfrentar para beneficio de la nación.

Ante un panorama mundial desfavorable resulta decisivo producir alimentos, incrementar la productividad del trabajo, realizar una planificación y una gestión económica más eficiente, prestando particular atención al proceso de reordenamiento laboral, elevar y fortalecer la producción agrícola, y agilizar la reparación y recuperación de viviendas afectadas, entre otros.

 De igual forma, es necesario asegurar hoy más que nunca las exportaciones de productos altamente cotizados en el mercado internacional como los biotecnológicos y farmacéuticos, el níquel, el tabaco e impulsar la sustitución de importaciones, así como  potenciar el ahorro como fuente inmediata de recursos, especialmente de portadores energéticos, los cuales permitirán reducir el gasto dentro del presupuesto.

Es muy importante además un control estricto del combustible y de los recursos de primera necesidad, vigilar estrechamente los precios establecidos en la agricultura a fin de evitar la inflación en este sector, así como impedir la especulación de los productos agropecuarios por parte de acaparadores y oportunistas.

En situaciones difíciles como este,  y gracias a la unidad que caracteriza al pueblo cubano frente a todas las dificultades este se sabrá imponer una vez más, y saldrá adelante como otras tantas veces.