El periódico oficialista de la mafia anticubana de Miami,
El Nuevo Herald, informó ayer (sábado 6) que el grupo mercenario conocido como
las Damas de Blanco se deshace en pedazos. Un reporte de la agencia EFE,
publicado por El Nuevo Herald, asegura que treinta integrantes del grupo
mercenario en Santiago de Cuba han abandonado el negocio y planean reunirse la
próxima semana para decidir su futuro.
De acuerdo con declaraciones de Belkis Cantillo, una de
las mercenarias santiagueras que ha decidido no seguir recibiendo órdenes desde
La Habana, el pasado 17 de agosto comunicó su renuncia a la líder de las Damas
de Blanco en la Isla, Berta Soler, debido a quejas que le había manifestado con
relación a “indisciplinas graves” de una de las integrantes del grupo, las
cuales “no fueron atendidas”.
“Ella (Berta) me tenía muy humillada”, afirmó Cantillo
según EFE.
La nueva disidente de las “disidentes” manifestó además
que se había también “disgustado mucho” con Soler porque había ordenado la
separación de las mujeres integradas al movimiento en el municipio Palma
Soriano de las de la ciudad de Santiago de Cuba, las cuales, según dijo “eran
todo un bloque” hasta julio pasado.
Por su parte, Berta Soler, al ser consultada sobre el
tema por la agencia EFE, aseguró que: “Seguiremos con más fuerza y todas las
que entren al grupo deben estar disciplinadas, organizadas y respetar nuestro
reglamento”.
No es primera vez que Berta Soler habla de la falta de
disciplina entre sus seguidoras. Un mes después de hacerse con el liderazgo del
grupo mercenario en el 2011, señaló:
“En estos momentos se está pensado que todas somos
iguales, pero estamos en el primer mes de fallecida Laura y tenemos que
fortalecer la disciplina. Cuando ya tengamos control de esta disciplina, y un
reglamento, entonces ya se toma de decisión y todas somos Damas de Blanco”.
Según agregó Berta Soler entonces las llamadas Damas se
habían convertido en un movimiento defensor de los derechos humanos aunque no
conocían siquiera ni la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Al parecer el bajo nivel cultural no es algo que solo compete
a las mercenarias de filas sino a la propia líder. A propósito de la actual
discordia el diario español El País puso en boca del también “disidente”
Guillermo Fariñas que Berta Soler presenta problemas de bajo “nivel
intelectual” y limitada capacidad de liderazgo.
Para complicar aún más el litigio, tanto la santiaguera
Belkis Cantillo como Soler, afirman que el actual cisma entre las mercenarias
se debe a que el gobierno cubano trata de dividirlas. Si Cantillo dice que la
nueva división se debe a que Berta Soler la tiene muy humillada, ¿querrá decir
la santiaguera que la actual líder es una agente de la Seguridad del Estado? ¿O la infiltrada será ella?
En realidad, lo que no dicen ni el reporte de EFE
publicado por El Nuevo Herald ni el periódico El País es que tanto las
indisciplinas como las escisiones de los mercenarios en Cuba tienen siempre
como trasfondo el problema monetario.
Como bien sugirió Berta Sóler luego de tomar el mando, no
todas las Damas son iguales. Para nadie es un secreto que a las mercenarias de
a pie el gobierno de Estados Unidos le paga unos 30 dólares (verdes) por
marcha, mientras las cabecillas del negocio, además de ser mucho mejor
remuneradas, tras las nueva política migratoria cubana, ahora marchan, sobre
todo, en el extranjero.
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